Banco Santander y Museo Chileno de Arte Precolombino, acaban de editar CHILOÉ, un libro que devela la magia de la isla y los pilares que sustentan su identidad, costumbres, historia, arquitectura, idiosincrasia, comidas y leyendas.

El proyecto, acogido a la Ley de Donaciones Culturales, contó con el apoyo de la Armada de Chile, institución con la cual el banco y el museo han tenido experiencias editoriales previas, como PRAT y MAR DE CHILE publicadas en años recientes, y CABO DE HORNOS, actualmente en preparación.
En CHILOÉ las imágenes ocupan un lugar relevante y más de 20 fotógrafos muestran los increíbles paisajes, las iglesias hoy patrimonio de la humanidad, la arquitectura única de los palafitos y así, con cada uno de los 8 capítulos y numerosos recuadros temáticos que se estructuran en este relato. Pero el libro dista mucho de ser un álbum de fotos o una descripción turística; es más bien un estudio antropológico profundo y ameno, a cargo de especialistas que resaltan la particularidad de su contexto geográfico, biológico, cultural e histórico: su relación con Chile desde antes de la Independencia, el oficio de la madera, la cestería, la santera, los navegantes, los pueblos originarios y, especialmente, el hombre y la mujer de Chiloé, en sus creencias, costumbres, fiestas y modos de producción siempre asociados a la tierra y el mar.

Editor: Carlos Aldunate del Solar
Coordinación General: Gema Swinburn Puelma
Coordinación Editorial: Andrea Torres Vergara
Gestión de Iconografía: Fernanda Larraín Illanes
Autores: Ricardo Álvarez, Renato Cárdenas, Jannette González, P. Gabriel Guarda O.S.B., Nicolás Lira, Rodrigo Mera, Doina Munita, capitán de Navío Manuel Pinochet, Hernán Rodríguez, Rodney Anne Strabucchi, Francisco Ther, Rodolfo Urbina, Ximena Urbina, Marijke van Meurs, Isidro Vásquez de Acuña, Carolina Villagrán
Fotógrafos: Nicolás Piwonka, Fernando Maldonado, Pablo Valenzuela, Lincoyán Parada, Roberto de la Fuente, Guy Winborne, Marcial Ugarte, Norberto Seebach, Ilonka Csillag, Claudio Almarza, Luis Poirot, María José Pedraza, María José Lira, Pablo Maldonado, Doina Munita, Mauricio Burgos, Jorge Marín, Rodrigo Casanova, Rodrigo Muñoz, Daniel Giannoni. Archivos históricos de Museos, Bibliotecas y Universidades dentro y fuera de Chile.
Producción Editorial: Virtual Publicidad. Dirección General: Andrés Urrutia Rodríguez. Dirección de Arte: Carolina Videla Herrera. Gestión de Color: Bernardo Kusjanovic Díaz. Impresión: Ograma Impresores.

Libre de 345 páginas. Edición en español e inglés. Dos formatos: Tapa Dura 28,20 x 35,40 cms. y Tapa Blanda 23,5 x 29,5 cms.

No se sabe si es un libro sobre botánica, alquimia, astronomía o medicina, o una combinación de lo anterior, o una clave secreta para para proteger algún conocimiento industrial. La única certeza es que se trata de uno los más misteriosos y raros del mundo.

Se trata del Códice Voynich que, según demostró el Carbono 14, fue escrito hace 500 años. Desde entonces han fracasado todos los intentos por descifrarlo y se han fabricado cientos de hipótesis para explicarlo, sin que nadie haya llegado a saber qué dice o cuál es realmente su contenido.  Tampoco han logrado probar que sea un engaño o una falsificación histórica; sus tintas, colores, grafía y papel demuestran la autenticidad del manuscrito.

Se lo entendería mejor como la creación de un artista. En el arte actual hay numerosos ejemplos de textos y dibujos coherentes inventados fuera de la realidad. Pero este libro tiene cinco siglos y su lenguaje posee la estructura profunda de un verdadero idioma. Por ejemplo, cumple plenamente con la ley de Zipf, que establece que en todas las lenguas humanas, la palabra más frecuente en un texto largo aparece el doble de veces que la segunda palabra más frecuente y esta segunda el triple de la tercera, el cuádruple de la cuarta, etcétera. Esto descarta la idea del  lenguaje artificial porque, además, la ley de Zipf fue enunciada varios siglos después de que el autor escribiera este Códice. Además, está escrito de un modo tan fluido, que no acusa cálculo alguno en la grafía de sus extrañas letras.

Las más de cien coloridas ilustraciones de especies vegetales con grandes raíces y extrañas conexiones, mujeres desnudas y algunas arquitecturas medievales, agrupadas en capítulos,  tampoco permiten descubrir con exactitud qué plantas o qué lugares son citados. Sólo las formas amuralladas y las almenas de algunos castillos hacen pensar que se trataría de algún lugar en  Italia durante la Edad Media.

Monarcas, monjes, eruditos y coleccionistas han sido dueños del Códice Voynich y hoy, su propietario es la Biblioteca Beinecke de la Universidad de Yale, que lo recibió en donación. Ellos han tomado el desafío de conservarlo ante cualquier deterioro o posible siniestro y de intentar, por fin, descifrar su significado.

Se crecería que bastaría con digitalizar sus 252 páginas para compartirlas con los actuales expertos del mundo en descodificación, pero no; para reproducirlo con total fidelidad han  decidido imprimirlo en una edición limitada de 898 copias, verdaderamente iguales al original.

Esa será la estrategia para preservarlo, difundirlo, e intentar desentrañar, por fin, los secretos de este libro imposible, el más misterioso del mundo.

Por su ubicación entre las coordenadas más australes del globo terráqueo, y su larga extensión de más 4 mil kilómetros,  Chile alberga una diversidad de flora y fauna única en el mundo.
Desde el desierto extremo hasta los hielos casi eternos al sur de Magallanes, su borde costero, sus cordilleras de los Andes y de la Costa, su sistema fluvial y lacustre, fiordos y valles, glaciares, ventisqueros…; todo es propicio para que palpite y florezca nuestra Naturaleza Indómita.

Con espectaculares fotografías de la fauna y flora chilenas, captadas por el lente de Jean Paul de la Harpe, Editorial Kactus ha editado “Chile Naturaleza Indómita”, una obra de imágenes magistrales que estará disponible en librerías a partir del mes de mayo 2016.
Sus páginas muestran paisajes de belleza magnifica y hermosos ejemplares de aves y animales que pueden apreciarse aquí: http://www.editorialkactus.cl/temporal/flip_indomito/.

Chile, Naturaleza Indómita

Impreso en Ograma Impresores

La integración de arte, diseño y arquitectura es la base de la oficina gt2P, una sigla que se traduce como  ’Great Things to People’, formada hace ya 7 años en Santiago de Chile, con socios chilenos y proyectada  al mercado internacional.

Uno de sus puntos de partida es el trabajo de artesanos chilenos, donde la tecnología rescata a la técnica para ir desde lo local a lo universal,  generando patrones de producción y familias de productos individuales o en serie, según demanda.

Vasos de bronce, mobiliario modular, objetos decorativos, de iluminación, textiles, porcelanas fusionadas con lava; todo es parte de un proceso que enriquece las  materialidades y técnicas tradicionales,  agregando diseño de vanguardia a la identidad nacional.

La galería New Yorker Friedman Benda apalanca desde el año pasado la apertura internacional de  gt2P . Y este 2016 es el año del lanzamiento de la colección de Tarrugao Capellini Nueva York durante la Semana del Diseño 2016. (link:  http://www.gt2p.com/Tarrugao-Collection)

El artista Eugenio Dittborn, en los talleres de Ograma Impresores, supervisó personalmente el color fluorescente para algunas páginas de su libro Nocturna.

NOCTURNA  Eugenio Dittborn  DIBUJOS

Dittborn se nos muestra como un copista, dibuja a partir de algún dibujo y como en las variaciones musicales del clasicismo, se aventura a divagar en una cierta oscuridad, con una suerte de visión NOCTURNA que no ve del todo, que se aleja inexorablemente del original, que deviene otra cosa distanciada de manera abismal, ciega profundidad del océano.

Nos preguntamos si acaso no es la incapacidad de reproducir con exactitud la que dirige el trazo hacia el completo alejamiento del dibujo inicial, esa imposibilidad técnica de mantenerse fiel al modelo representado.

En NOCTURNA descubrimos a Dittborn guiado por la línea negra de su tinta y re-guiado por la línea blanca del líquido corrector que no corrige, y que deja a la vista todas sus maniobras.

Variaciones de Dittborn sobre una portada de la revista Rosita Nº 403, Santiago, 1956 (Tinta china y Liquid Paper), 2013

El descuido.

Cuando David Slater viajó a Indonesia para retratar en directo la vida de un macaco negro crestado, una de las pocas especies autóctonas del lugar en peligro de extinción, en un descuido el mono tomó la cámara y se autorretrató, dando como resultado una de las imágenes más populares de internet.

El segundo descuido.

Slater decidió subir la foto a la red y Wikimedia, sitio que recopila contenido multimedia perteneciente a Wikipedia, la tomó como imagen “oficial” del animal.

La controversia.

El profesional alegó la propiedad sobre dicha imagen, mientras que Wikipedia, quien la aloja en sus servidores, argumentó que fue el macaco el que se tomó la foto a sí mismo (Selfie) por lo que la imagen quedaba excluida de derechos de autor.

El fotógrafo alegó también, que a pesar de lo popular de la fotografía, no ha obtenido ninguna ganancia, afirmando que tampoco era factible llevar el caso a los tribunales ya que el costo sería de al menos 17 mil dólares.

La resolución.

Invocando las leyes de copyright, la oficina de Estados Unidos finalmente decidió que es el mono el propietario de la fotografía, por lo tanto, de ahora en adelante cualquier situación similar tendrá el mismo desenlace.

En el documento de 1.200 páginas, se especifica que “los trabajos creados por la naturaleza, plantas, animales, e inclusive seres divinos o sobrenaturales, no están sujetos a los derechos de autor”, por lo que pasan a ser de dominio público. Es decir, sólo los trabajos creados por humanos están protegidos.

Sin embargo, hay que considerar que esta resolución abarca sólo a EE.UU., por lo que la situación podría cambiar dependiendo del país o el caso.

Se acabó la polémica: la “selfie” del mono es del mono.

Según la oficina de derechos de autor de EE.UU., cualquier planta, animal, ser divino o sobrenatural no está sujeto a las leyes del copyright, por lo que la fotografía es de dominio público.

Muy simpático que mucha gente vote que la fotografía le pertenece al mono, pero la verdad es que los monos, como cualquier otro animal o cosa NO TIENEN DERECHOS, así que menos podría tener propiedad, que es un derecho también.

“Esgrimir que ser dueño del aparato lo hace dueño de la producción de ésta sería similar a indicar que si yo le presto mi guitarra y usted compone una canción, esta es mía, porque la guitarra es mía.”

Y en las redes sociales estalló la polémica:

“Oye, es una caricatura pero el problema es profundo.
Si envío un correo privado desde el computador de la empresa, ¿el correo es mío o de la empresa?
Un fotoparte, donde “nadie” saca la foto, ¿es realmente prueba ante un tribunal?

Creo que el dilema de datos públicos, autoría, pertenencia y derechos, está en la vanguardia de la discusión pública. Tanto, que muchos ni lo entienden ni lo aprecian.Por otro lado me parece que la foto es muy buena, aun demasiado buena para haber sido espontánea del mono. Mis dudas, me parece que en ese sentido la foto si es del fotógrafo”.

Sebastian ArayaHace 53 días
“la camara es del fotografo, el fotografo llevo la camara y obtuvo una foto accidental, pero sigue siendo suya”

Cristobal GonzalezHace 52 días
“la foto no la saco el, el artista es el que realiza su obra, y el no realizo la foto, es simple man, análisis básico.”

Roberto MuñozHace 52 días
“No entiendes el tema del derecho de propiedad intelectual parece… Ser dueño de una cámara no te hace el artista que la usa… el tema es más dificil de lo que parece… la propiedad intelectual es del que realiza el acto… o el dueño del computador donde escribes debería irse preso si haces un fraude”.

Angus McGyverHace 53 días
“Si el fotógrafo hubiera argumentado que era una selfie de sí mismo a lo mejor hubiera recuperado la foto”.

“macaco más simpático que condorito.. y porfiado el fotografo para que sube la foto si después va a cobrar?”.

“Muy simpático que mucha gente vote que la fotografía le pertenece al mono, pero la verdad es que los monos, como cualquier otro animal o cosa NO TIENEN DERECHOS, así que menos podría tener propiedad, que es un derecho también.”

“La fotografía es del fotógrafo porque la cámara era suya y el mono la tomó. Que fuera sin su consentimiento no lo hace menos propietario de la foto”.

“Nadie de esa corporación fue ‘a la conch… de la lora’ como el fotógrafo y estuvo con los monos para que se produjera esa situación y se sacara esa foto: fue el tipo el que lo hizo, así que reconózcanle su derecho”

“Esa es su opinión desde su punto de vista humano, pero si el mono pudiera hablar nuestro idioma seguro que nos diría que SI TIENE DERECHOS y que la foto es suya, porque además no le cobró un peso al fotógrafo por retratar su vida sin su consentimiento”.

“Es discutible. El Derecho de Autor es el que tiene un autor sobre la obra y técnicamente el fotógrafo no es autor, sino solo dueño de la cámara. Esgrimir que ser dueño del aparato lo hace dueño de la producción de esta sería similar a indicar que si yo le presto mi guitarra y usted compone una canción, esta es mía, porque la guitarra era mía.

En este caso el autor es el mono, no el fotógrafo y al no ser este sujeto de derechos para la legislación la obra tiene autor, pero no existe propiedad sobre la misma. A lo más podría sostenerse que se trata de una obra en colaboración, en cuanto una parte ha suministrado los medios y la otra ha llevado a cabo la obra. Señalar que la publicación es un acto de propiedad también es discutible, en cuanto también importaría que siguiendo la misma linea yo pudiese subir la misma canción que usted compuso con mi guitarra a youtube adquiriendo propiedad sobre la misma. La mejor solución jurídica es señalar que la obra es de dominio publico, por mucho que le duela al fotógrafo, simplemente porque no cumple los requisitos de la prop. intelectual.”

“No acuse a Wikipedia de apropiarse de material… el tema es que si es dominio público cualquiera puede usarlo. Es claramente según la ley y la discusión acá lo ha dejado claro una foto que pertenece al mono (y al carecer de derechos pasa a dominio público) pero jamás al autor del artefacto. Si el mono hubiese sacado fotos a instalaciones militares ¿Se iría preso el dueño de la cámara sólo por ser dueño de la cámara?”

Lo más increíble es que un mono tenga que enseñarle a un fotógrafo a tomar una buena fotografía.

(Fuente: Wikipedia y comentarios en La Tercera.cl y redes sociales)

Toda realidad corresponde siempre a una imagen arquetípica; referente metafórico que modela el inconsciente y fabrica los mitos con los cuales el ser humano construye la imagen de sí mismo y de lo que le rodea.
La otra manera de entender el mundo interior y exterior es mediante la ciencia.  El razonamiento consciente y el método analítico permiten ordenar el cosmos y comprender las leyes que gobiernan la mecánica del universo.
Así, mito y física tienen la noble misión de traer luz a la humanidad, sacarla del estado de inconciencia e incomprensión y de poner orden, allí donde hay caos.
Sus autores, la psicóloga experta en mitologías comparadas, Margarita Ovalle, y el físico matemático,  Premio Nacional de Ciencias,  Igor Saavedra, lo resumen así: : En un sentido profundo, el quid de “Mitofísica” atiende a una máxima del ser humano: comprender para vivir. Lo que se desconoce produce inquietud y obtener una respuesta alivia el alma y la psique. Esto permite continuar la marcha.
Y eso es Mitofísica: 100 páginas en donde la matemática del universo y los diferentes eslabones del saber danzan en las profundidades de la psicología y la física cuántica. Desfilan mitos griegos, atacameños, egipcios o mapuches, siempre asociados a un descubrimiento relevante de la física.  Los Quarks y el Minotauro aparecen ligados por invisibles cuerdas intuitivas. Culmina el libro enlazando a un mito de la antigua cultura sumeria con el más reciente concepto de “campo de Higgs”, que aporta luces sobre el origen mismo de la materia universal.
Esta notable publicación ha sido finamente impresa y encuadernada en Ograma,  bajo el sello de ‘SofíadelSur Editorial’, diseñada por ‘S Comunicaciones’ e ilustrada por la mano del talentoso Tomás Keymer.

Las 24 más grandes doctrinas filosóficas de la Humanidad, reducidas a 24 imágenes icónicas.

Es la reciente creación del diseñador catalán Genis Carreras, cuyo trabajo contiene una gran dosis de humor, por el solo atrevimiento de haber llevado a formas geométricas puras, apoyadas sobre planos de colores vibrantes, a todo el complejo mundo de las ideologías.