El mundo del color
APARICIÓN DE LA TRAMA

Para intentar conocer acerca del origen de la trama habría que remontarse en el tiempo y situarse en el taller de un litógrafo, debido a que su mayor cualidad en el ejercicio de su oficio requería que fuera un excelente pintor, un mejor dibujante y un creativo por excelencia.

Este hombre no conocía de cyan, magenta, amarillo ni negro, sino que sólo sabía que la naturaleza y la luz le daban sentido a sus ojos con la maravilla de ver el color que lo rodeaba. Las tintas que usaba para imprimir eran de distintos tonos: rosado, celeste, azul, rojo, marrón, ocre, gris y una infinidad de colores que sería largo mencionar. Para hacer sus reproducciones los litógrafos usaban una piedra caliza o calcarea (carbonato de calcio) en cuya superficie pulida había una porosidad capaz de aceptar agua y tinta.

Estas piedras eran de gran espesor y tamaño. Su origen está en las canteras de Solnhofen, en las montañas Jura del estado de Baviera (Alemania). Este principio de agua, tinta es usado hoy en los sistemas offset. Pero ¿cómo degradar el color sobre dicha piedra? La respuesta correcta está en pensar, como solución, en el concepto de puntillismo. Eso se logra, simplemente, haciendo puntos uno al lado del otro con herramientas como el pincel, la pluma o una punta de metal (buril) y usando una tinta semilíquida con un alto componente graso.

El tamaño de estos puntos y la distancia entre ellos da el degradé deseado para cada color. Entonces, lo más probable es que este haya sido el origen y nacimiento de la trama; la que se ha ido perfeccionando a través del tiempo. Este maravilloso invento ha venido a contribuir, junto con otros procesos de impresión, a obtener grandes logros en la calidad de las imágenes que hoy vemos en libros de arte, periódicos y envases, entre otros productos gráficos.